Si en Vicente Peris tuviésemos una tabla de los 10 mandamientos, el primero de ellos sería, sin duda, velar por la seguridad alimentaria. Es, junto a la máxima calidad del producto, nuestra sana obsesión.
Así que entenderéis nuestra gran satisfacción al haber renovado recientemente las certificaciones IFS Food 6.1 de nuestras dos plantas de producción, la de Foios, donde trabajamos con productos de I gama (melones piel de sapo, sandía, apio blanco, calabaza y cebolla tierna); y la de Albuixech, donde preparamos todos los productos de IV gama (fruta y verdura pelada y cortada, lista para consumir o cocinar) y V gama (calabaza y manzana asadas).
La alegría además es doble, porque la puntuación obtenida en ambos centros supera el 98’9% de cumplimiento para los requerimientos de la norma, es decir, el rango más alto posible.
Obtener las certificaciones que velan por la correcta trazabilidad del producto y la seguridad alimentaria es un trámite bastante complejo para cualquier empresa, que obliga a implantar sistemas de trabajo milimétricos. Mantenerlas sigue siendo igual de laborioso, porque esas acreditaciones no son para siempre y las auditorías son recurrentes y muy exigentes. Y así debe ser, ya que es la única manera de asegurar que los procesos se siguen realizando como marcan sus estrictos estándares de calidad.
Así que, a diario, nos movemos entre protocolos estrictos de trabajo que empiezan en los campos de cultivo, continúan en el proceso de recolección y transporte a planta y se mantienen bien firmes durante el tiempo que el producto está en nuestros centros de producción, donde los preparamos para que lleguen en condiciones sobresalientes a los mercados de abastos, fruterías y lineales de los supermercados de toda España.
¿Y qué beneficios obtienen de estas certificaciones de calidad los consumidores y distribuidores ?
Seguridad. Seguridad a todos los niveles. Y en el ámbito alimentario, esta nunca sobra.
Desde las empresas tenemos muy claro que al consumidor final le falta mucha información sobre la existencia de estas certificaciones o qué regula cada una de ellas. Y es normal, porque hay muchas con nombres nada fáciles de retener.
Sin embargo, quienes sí conocen a la perfección estas certificaciones y las valoran en su justa medida son los responsables de compras de mercados de abastos, de supermercados y los propios fruteros, que buscan empresas como Vicente Peris para adquirir los productos que luego distribuirán. Gracias a las certificaciones saben que el trabajo que se realiza es exquisito, tanto en los cultivos como en las plantas de producción. Y esta es la mayor garantía para asegurar la calidad y la seguridad del producto por el que van a dar la cara ante el cliente final.
En Vicente Peris tenemos muy claras estas máximas, por eso contamos con los certificados más exigentes dentro del ámbito de la producción y gestión de productos en el sector agroalimentario. Os los presentamos 😉
- Certificado Global GAP para nuestros cultivos, que asegura la inocuidad alimentaria y la trazabilidad.
- Certificado de Cadena de Custodia (CoC, GLOBALG.A.P.), que nos permite comercializar diferentes productos certificados GlobalGAP.
- Certificado IFS Food 6.1, con la que certificamos la seguridad y calidad alimentaria de nuestros productos y procesos.
- Certificado Ecológico emitido por el Comité de Alimentos Ecológicos de la Comunitat Valenciana (CAECV), que nos permite trabajar todos los procesos de producción con productos ecológicos.
- Sello Pyme innovadora, que acredita el desarrollo de actividad I+D+i, recibiendo para ello financiación pública, que permita la creación de productos innovadores, métodos o procesos novedosos que representen un salto tecnológico en el sector.
Próximamente esta lista se ampliará, ya que este año tenemos previsto incorporar la Norma ISO 14001 de gestión medioambiental, porque el cuidado del entorno es otra de nuestras motivaciones en el trabajo diario. Y en cuanto dispongamos de ella, os lo haremos saber 😉